Por: Fernando-x Arteaga
Nosotros, somos hombres
caminantes sin fronteras,
como las líneas curvas
entre las hondas de fuego;
somos hijos de la tropa
negra y de dos banderas,
colmadas con la
destrucción, en un mundo sordo y ciego.
De nuestras miradas
busquemos ya la libertad,
de nuestras manos la
trinchera de una voz de grito,
de nuestros dos labios
el palpitar de la verdad,
de nuestro corazón, la
estirpe del ardor de un hito.
Camino a la noche
proscrita en el fin del camino
y mis palabras se
cierran lentamente al color,
colgando imágenes
brunas en el esquivo espino.
¡Luchemos defendiendo
la integridad de la flor!
que nuestro silencio
encarcelado encuentre su destino,
apagando la lluvia y
encendiendo otro calor.
¿Las palabras necias
son la sabiduría viva?
Son la liberación de
interrumpida realidad.
Espero ver girar al sol
de cualquier forma activa,
¡Hagamos cambiar la brújula de la humanidad!
Del Poemario
"Un Libro sin Final"
Año: 2016