Por:
Fernando-x Arteaga
Hoy
el sol se ha vestido de oro,
con
rayos de amor infinito.
Luces
de amor que se confunden en el cielo,
para
pintarlo de rosa.
La
vida es de colores inocentes,
cual
final de un jovial arcoíris,
donde
los duendecillos y las hadas
revolotean
con incesante júbilo,
cuidando
el más preciado tesoro,
nuestro
casi pálido amor;
pero
las golondrinas de negro se visten
para
revolotear bajo un cielo que no tiene final,
y
bajo su traje llevan una alegría en contraste
entre
negra amargura y blanco de felicidad.
Los
colores arcoíris se funden con la melancolía
y
el futuro se vuelve incierto, lejano, inverosímil;
pero
la incertidumbre ya no vendrá más;
porque
tus melódicas palabras
encienden
el fuego de la paz,
del
amor y fe en el futuro.
Que
la tierra y el cielo tiemblen,
y
los huracanes guarden su soplido,
porque
nuestro amor será más fuerte que todo aquello.
Son
dos almas de fe en dos cuerpos
unidos
por un solo mágico sentimiento.
Somos
dos en un mismo camino,
somos
dos con un solo sueño,
somos
dos con ganas de morir juntos.
Bajo
aquel cielo rosa
con
rayos de sol de oro;
los
dos tomaremos soluciones,
los
dos escalaremos los problemas
los
dos sonreiremos,
los
dos lloraremos,
los
dos moriremos,
los
dos nos amaremos.
Del
poemario "Soledad"
Año: 2010
Año: 2010