Por: Fernando-x Arteaga
Mal podría inhibirme
sin responder que te amo
y se balancea en mi
mirar un horizonte;
distinto solo oía como
un eco tu nombre,
bajo la luna la
presencia que al cielo clamo.
Es semejante al
infinito, lirio en el viento,
pétalos blancos, amor
o paz, sueños eternos;
gotas dulces de
lluvia, sol sin luz al querernos
y se sierra mi alma en
tus brazos y yo te siento.
Nos levantamos con el
alba bajo otro cielo,
con la niebla de
nuestras miradas extenuadas;
recuerdos de luna de
ayer congelada en hielo,
entre dos llamas que
se pintan enamoradas.
Ingrávida mi alma
surca tus dudas inermes,
aún cuando equívocas
suenen mis ambiciones,
confíate mi
adarve como el viajero de Hermes
pues caustico el
tiempo de mis reales emociones.
Y aún cuando ínfimo me
presientas, yo te amaré
y en mi silencio
cual confusión te llevaré;
cree en mi vocablo
extenuo de dulces palabras
aunque el sigilo no
deje que sus puertas abras.
Del poemario:
"Amanecer Amar"
Año: 2008