miércoles, 18 de septiembre de 2013

Chat...


Palabras cual golondrinas vestidas de júbilo, han viajado venturosas a través del tiempo, para acortar una triste distancia y devolverle el amor a mi alma casi agonizante. En aquel instante, mientras la soledad me acompaña, recuerdo cada una como si fuesen poemas en mi alma, que cantan una historia de amor. Son sonidos en silencio, son letras sin color que solo llegan a mi corazón.

Imagino que vuelan a través del viento para susurrar en la memoria y pensar… En cada una de ellas siento que descasan células cálidas de sinceridad, felicidad, ilusión  y añoranza. Son palabras que me roban el sueño, me roban la luz del presente, me roban las lágrimas del pasado y los pasos del futuro.
Cuando camino las respiro tan cerca que no me importa me roben todo lo que soy, porque yo abro las puertas de mi vida para que se apoderen de mí; porque esas palabras  llenan mi corazón, porque me han hecho descubrir que en la ironía de la ilusión solo ellas cobijan mi felicidad.

Cada tarde, cuando el sol empieza a ocultar su luz, veo el resplandor de un destello más fuerte que el mismo sol, que ilumina la sonrisa de mi rostro y los pensamientos de mi alma. Fue así como empecé otra vez a amar, sin planes absurdos, o sin deseos extraños.

Es la hora de leer otra vida, es el momento de unir dos caminos. Veo  como las palabras se juntan en una sola historia como si se besaran unas con otras, como si ellas fuesen las actrices de un cuento que aún no encuentra su final y que mientras estén distantemente juntas seguirán contando la historia de  aquel amor que nació entre ellas.

Palabras de alegría,  de frustración, de deseo, tristeza, o pasión. Son tantas que llevan escondido un solo sentimiento que enciende el fuego de mi vida, y se resume en tan solo dos. Dos palabras que me han hecho despertar, tan solo dos que son la armonía perfecta, la ilusión eterna y la gloria mía. “Te amo” dos palabras que las leí en el alma de un ser perfecto para mi, en el alma de un ser que cautivó mis más profundos deseos.
No me cansaría nunca de leer cada palabra que en él nace y en mi florece. Nace en aquel ser que no se cansa de escribirme, aquel ser que eres tú, y que tu nombre también es una palabra símbolo de mi dicha. Contigo siento que camino otra vez está en la tierra, y que puedo mirar el firmamento para sentir la infinidad del amor.

Tus frágiles palabras son el aliento que transforma mi pesar en canciones de ilusión. Soy feliz de haberte encontrado aún en esta lejanía. Soy amante por tenerte entre mis letras. Soy tu ángel que encontró el suyo para juntos volar, para juntos volver amar.

Un chat que acuña una historia tras un recuadro esconde nuestros rostros y solo las palabras lo pueden atravesar. Te pido entonces, con las manos extendidas al cielo que tú y yo escribamos el final de esta historia tan solo con la muerte porque mientras tú decidas vivir conmigo jamás el mundo tendrá final. Te amo y empiezo a necesitarte tanto  o más,  como las flores al sol para poder vivir.  ¡Sueña conmigo  pronto estar juntos, respirando el mismo aire y pisando la misma sombra!

Fernando-x Arteaga

18-sep-13

miércoles, 10 de julio de 2013

Palabras


Por: Fernando-x Arteaga

Mal podría inhibirme sin responder que te amo
y se balancea en mi mirar un horizonte;
distinto solo oía como un eco tu nombre,
bajo la luna la presencia que al cielo clamo.

Es semejante al infinito, lirio en el viento,
pétalos blancos, amor o paz, sueños eternos;
gotas dulces de lluvia, sol sin luz al querernos
y se sierra mi alma en tus brazos y yo te siento.

Nos levantamos con el alba bajo otro cielo,
con la niebla de nuestras miradas extenuadas;
recuerdos de luna de ayer congelada en hielo,
entre dos llamas que se pintan enamoradas.

Ingrávida mi alma surca tus dudas inermes,
aún cuando equívocas suenen mis ambiciones,
confíate mi adarve  como el viajero de  Hermes 
pues caustico  el tiempo de mis reales emociones.

Y aún cuando ínfimo me presientas, yo te amaré
 y en mi silencio cual confusión te llevaré;
cree en mi vocablo extenuo de dulces palabras
aunque el sigilo no deje que sus puertas abras.


Del poemario: "Amanecer Amar"

Año: 2008

jueves, 20 de junio de 2013

Afrodita Libertad


Por: Fernando-x Arteaga

Quisiera sentir a inicios del alba su querer,
y el corazón late al vacío, solo muchas veces,
como extraño a la Afrodita del cielo bello ser;
rayo marfil, sonido de luz, canto de las mieses.

Estoy alucinando en las volátiles estrellas;
porque he perdido sus notables  rastros varios soles.
¿Qué hace la alondra dormida entre crisálidas bellas,
a caso respirará en el viento amor de arreboles?

Siento venir el perfume de sus labios de cielo,
y a lo lejos enlaza la ceniza de cristal,
el aliento de mis ojos, mi translúcido velo.

Mortales son las olas y vivas llenas de sal,
la golondrina empieza ya a despejar su amplio cielo,
para sentir en la noche, brisa primaveral.

Pero no la veo danzar, mi mirada se obscurece.
Dónde estás? Entre nubes escondida permanece.

Está guardando luz en una efigie circular,
está su alma sin alas, no quiere sola volar.

Del Poemario: "Un libro Sin Final"
Año: 2006

jueves, 23 de mayo de 2013

Promisión



Por: Fernando -x Arteaga
¡No te dejaré morir, 
no volviste a nacer para morir tan pronto, 
tu vida no será la sepultura que fue, 
renaciste conmigo y conmigo morirás!


Asevero tu ventura a mi lado 
que ni la perpetuidad febril de la interfecta gloria 
tendrá potestad de nosotros.
Desde aquella trova de pleitesía 
fulgura el germen del estelífero  áureo del firmamento 
que estiba la filigrana del amor; 
de la lid del lienzo de mi , 
de ti del novísimo novador.


El pénsil estival de  aquella odisea escalfa nuestras ansias, 
oculta lo yermo, la desidia del remoto agitar; 
se transmutó en la travesía de mi promisión, 
de una transluciente omisión de mi, 
porque todo trasgo que ensoñar 
se disipó al deponer tu mirar.


El arcano misérrimo se extinguió  en un listón de arco iris; 
en  mi voz  el revuelo de la saga de mi alcázar,
 en su fonema etérea promisión de ti 
y del fucilante perfume de tu cáliz inmortal.


Anatema a custodiar tu longeva efigie, 
anatema  a escoltarme en mis estrellas, 
a ser en  la oscuridad el noctívago 
y la luz en una aurora; 
promisión a ser galante 
enamorado amante sin arebajes, 
un ámbar amanuense, 
un esmeril circense sin ambages. 


Impenitentes partículas litigan el efugio del amor, 
la lozanía en mí, el indemne ideal, 
el cambio por ti. Sucumbirán las estaciones; 
perecerán las ilusiones,
 letal será la luz, 
morirán las palabras 
pero tú no estivarás ninguna cruz.


 Volarás, vivirás en la cima de las constelaciones, 
en la febril ventura, 
consumarás los más profundos deseos, 
serás sucinto celestial, 
violín en mis brazos, 
desliz de mi epidermis, 
cadí de mis locuras, sol de mis días.


¡No te dejaré morir,
 no volviste a nacer para morir tan pronto, 
tu vida no será la sepultura que fue, 
renaciste conmigo y morirás conmigo!


Poemario: "Amanecer, Amar en silencio"

Año: 2008