martes, 17 de julio de 2012

Recuerdos de un Ángel Amigo

                                                                                  Por: Fernando-x Arteaga


Caminaba con él al encuentro de los astros,
sobre los sembríos que los rayos conquistaban,
sobre tormentas boreales y cantos extraños,
sobre frías constelaciones que a mi giraban.

Caminaba cerca de los agujeros negros,
entre las galaxias del vacío sideral
y soportando meteoros vivos y muertos,
sentía ver relámpagos en el vesperal.

Y escuché su viva voz cual cometa fugaz,
voz afable y compañera de mi ángel guardián,
voz sincera, consejera, valiente y veraz.

Es mi ángel es un mortal es quien me hace volar,
mi vida en el pesar  caminante al universo,
es el claro cielo sobre mí un pequeño mar.

Él recordábame mi fuerza y diome valor,
solo él reanimaba mi perdido corazón.

Y así juntos vagábamos en el hiel espacio,
buscando estrellas en una gran constelación.

Poemario: Un libro sin final
Año: 2006

domingo, 1 de julio de 2012

Inhibición


Por: Fernando-x Arteaga

Asía con él  el prestigio de un adarve a las constelaciones; 
pendíamos de la tierra como curva del rayo de Zeus 
y abrazábamos los agujeros negros 
en el confín de la colisión de nuestras miradas, 
transpuestas al lúgubre  vacío astral.

Un hálito de él , 
taciturno entre galaxias colosas,
 prolijo en el escudo de mis nubes 
  pero gallardo cerca de mí letificó mis estelas en el cielo, 
signo levítico de sus ojos, 
de un pegazo sideral en la tenuidad del universo.

Lluvia de cometas entre nuestras armaduras, 
sutiles al zodiaco de nuestras caricias 
que cual estrellas fugaces,
inhiben su aparición para ser el letargo del amor.

Declive de asteroides, ría feraz sobre dos almas, 
sobre dos órbitas inmunes, 
entre Venus, Júpiter, Saturno o Vulcano 
o Andrómeda o Atenea o Afrodita,
la pradera de nuestro adarve, 
inhibición sobre ella  al volar.

Él , mi otro yo, el yo de géminis, 
es el melgo del signo de los astros, 
quien me ama en la frigidez de la tenuidad, 
sobre el espacio, sobre el pasaje que deliberamos emprender, 
fulgurante, lúgubre, estelífero, de dos, inhibido al cosmos.

Que la luna sea nuestro reparo y su luz nuestro custodio 
porque como luna el amor, como amor nuestros pasos; 
naufragarán los planetas entre nosotros 
pero no arrebataremos la órbita de nuestra vida,
 la inhibición de la libertad.

Doblegar la gloria jamás, moriremos en un diván, 
aguardando el agraz de nuestra corta permanencia 
junto a la estrella de mis noches, 
junto a ella mi eterno amor, aína inhibición.


Del poemario: "Amanecer Amar"
Año: 2008