jueves, 14 de junio de 2012

Fresca Sonrisa

Por: Fernando-x Arteaga


Trocó mi epíreo su casi eterno atlante 
y las cúpulas rusas que asían mi corazón,
en metamorfosis fueron ya de aristas, de vaída y de cañón. 
Su fresca sonrisa se convirtió en el baldaquino de mi corazón; 
sus labios construyeron el arquitrabe de mis estelas, 
el friso de mi brío, la cornisa de mi amor.

Un arco conopial en carpanel,
resguardó el volverme a enamorar 
de una sonrisa  que mía será quimérico. 
Aquella sonrisa es el atrio de mis venturas, 
el friso de mis molduras, el stipeps de mi patibulum,
la soberbia de las locuras de mi cuerpo en unum.

Que  fresca sonrisa alberga el cielo de su rostro, 
pero impío mi corazón porque no es mía, 
porque es un navío, un neblí de otra luz, de otra gloria; 
demulcente que cuando estoy contiguamente a su sabor, 
sus labios se alejan por ser yo.

Su sonrisa un safari de enternecimientos empalma mi mundo con el suyo, 
que embuste cavilar que el albor de sus labios pueda ser relativo a mi, 
que embuste su confinidad, que embuste el amor a una sonrisa fresca 
que eleva una profunda amistad.


Del poemario: Amanecer Amar
Año: 2008